Recuperación y puesta en valor de un patrimonio industrial emblemático
El icónico complejo de la Fábrica Cruzcampo en Sevilla, patrimonio histórico industrial de la ciudad, ha sido rehabilitado con una intervención que ha afectado a sus tres edificios principales y que ha hecho posible incluir nuevos usos así como ampliar el espacio destinado a los preexistentes.
AYESA Ingeniería y Arquitectura ha desarrollado el diseño arquitectónico y ha llevado a cabo la dirección de obra. 5.000 m2 destinados a albergar las renovadas instalaciones de la escuela de hostelería, restaurante, micro cervecería, talleres de formación, oficinas, espacios culturales y mirador. La intervención ha permitido la reurbanización del entorno, gracias a la eliminación del muro perimetral de la fábrica a su paso por dos de los edificios intervenidos, lo cual ha hecho posible nuevos flujos de circulación entre ambos así como una mayor interacción del complejo con la ciudad.
El proyecto originario es de 1904, realizado por los arquitectos alemanes Wilhelm Wrist y Friedrich Stoltze. Se trata de la primera fábrica de cerveza de Sevilla organizada con un complejo de edificios de usos industriales diversos, siguiendo los modelos fabriles centroeuropeos. El complejo de la fábrica Cruzcampo está situado en uno de los actuales centros neurálgicos de Sevilla, el barrio de Nervión. Consta de tres edificios históricos, uno de 1904, denominado Maestranza, y dos construidos entre 1939 y 1940, denominados Factoría Cruzcampo (antes edificio Mosaico) y Torre Cruzcampo (antes edificio Palomar, incluido en el catálogo de edificaciones protegidas de la ciudad). A raíz del traslado de la producción de cerveza fuera del casco urbano, Heineken (propietaria de Cruzcampo) decide transformar los edificios históricos que habían albergado la antigua sala de cocimiento de la fábrica y la bodega de fermentación de la cerveza, para hacer posible nuevos usos relacionados con el valor cultural y social de esta bebida y, por extensión, de la gastronomía y la hostelería.
El equipo de arquitectura de AYESA recibe el encargo de transformar estos edificios y plantea un proyecto arquitectónico que además de ser capaz de adecuarlos a sus nuevos usos, recupera el valor patrimonial de los mismos y consigue abrirlos a la ciudad de Sevilla, gracias a una apuesta por la transparencia y la accesibilidad. Y todo ello con una clara voluntad de abordar la intervención de modo unitario, para lograr que sea más reconocible en su conjunto, y no de forma individualizada, edificio por edificio.
El proyecto se ha desarrollado por fases, desde el año 2017 hasta la actualidad. El primer edificio que se terminó fue el Factoría Cruzcampo, inaugurado en junio de 2021, seguido del Maestranza, objeto de una intervención que afectó a sus fachadas, y el pasado 15 de octubre se ha inaugurado la Torre Cruzcampo.

Foto: Juanca Lagares.

Factoría Cruzcampo: un edificio que integra diversos programas de restauración
Para dotar de mayor protagonismo a toda la actividad de restauración del edificio Factoría Cruzcampo, se sustituye su fachada este, opaca, por una ligera y transparente, que durante el día permite visualizar los instalaciones interiores a gran distancia desde la calle, y convertirse en plano de luz por la noche. El proyecto arquitectónico complementa la transparencia de la nueva fachada con la construcción de una plaza soterrada colindante que permite, por un lado, la entrada de luz en la planta semisótano, donde se ubica el restaurante, y por el otro la apertura de un acceso directo al edificio, cuestiones que refuerzan el carácter público del equipamiento.
El nuevo programa del edificio, antiguamente destinado al proceso de cocimiento de la cerveza, pedía resolver la convivencia de distintos usos relacionados entre sí: restaurante, cervecería, micro cervecería y escuela de hostelería. La cuidada conceptualización del espacio en su globalidad y sus diferentes usos en su particularidad resuelve la actividad hostelera de forma ordenada, a pesar de la complejidad de todo lo que allí sucede. Entre otras soluciones, se prescinde del cerramiento en la cocina, que además se amplia y reforma, de modo que queda totalmente integrada en la sala del restaurante, permitiendo a los visitantes poder observar el trabajo y la manipulación de los alimentos.
El proyecto incorpora una micro cervecería que convive con la zona de restauración de forma ordenada. Con espacios claramente diferenciados, se consigue unificar los volúmenes interiores del edificio para dotar a este programa de un espacio único, altamente representativo y visible desde multitud de ópticas, tanto desde el exterior como desde el interior. En este caso, el elemento clave es la nueva entreplanta, donde se sitúa la instalación cervecera, que permite generar una doble altura iluminada por los ventanales de la fachada principal.

Foto: Juanca Lagares.

La rehabilitación del emblemático edificio Torre Cruzcampo
El antiguo silo de fermentación de la fábrica, denominado popularmente Palomar por la presencia de estas aves en el tejado, es un edificio catalogado muy conocido en Sevilla por su altura y su cubierta a dos aguas rematada con el icónico cartel de Cruzcampo.
Recientemente inaugurado, el proyecto de AYESA en este caso plantea una actuación basada en el vaciado completo del antiguo silo, manteniendo su piel de ladrillo y hormigón original, que cobra valor al mostrarse tal cual, con las manchas de los gases emitidos durante el proceso de fermentación que tenía lugar allí. A nivel técnico, para el vaciado se sustituyen los forjados existentes por unos nuevos, y así se aumenta la altura libre de las plantas y se eliminan los pilares centrales, cuestión esencial para conseguir la versatilidad necesaria de los programas previstos (aulas y espacios destinados a formación y al impulso del emprendimiento). A esta liberación de espacio contribuye la centralización de las comunicaciones verticales, tanto de la doble escalera como de los ascensores, en un núcleo de servicios dispuesto en el fondo del edificio. En el último piso se proyecta un Mirador destinado a celebraciones y eventos, un amplio espacio diáfano que cuenta con una terraza situada en la fachada oeste, que culmina de este modo su efecto de transparencia con una abertura accesible que mira al horizonte, con vistas al centro histórico de Sevilla.

Planta baja del edificio Factoría Cruzcampo.

Tratamiento unitario de las fachadas del complejo y recuperación de su valor histórico y patrimonial
La rehabilitación de la fábrica pivota sobre intervenir en las fachadas de los tres edificios del complejo (Maestranza, Mosaico y Palomar) con materialidades, soluciones y acabados similares, dotando a todo el conjunto de una uniformidad estética que potencia la preservación de su valor patrimonial e histórico. Por otra parte, la producción fabril de la cerveza había implicado que los edificios Mosaico y Palomar tuvieran unas fachadas caracterizadas por su opacidad, aislando el edificio del exterior y minimizando al máximo la entrada de luz natural. Los nuevos usos previstos hicieron que AYESA planteara una intervención en los equipamientos que, siendo respetuosa con la preservación del patrimonio industrial, fuera capaz de dotarlos de luminosidad y transparencia: para ello, optó por introducir una fachada autoportantes acristalada en cada uno de estos edificios.
Esta misma solución aplicada en dos edificios distintos convive con un tratamiento para el resto de las fachadas cuyo objetivo era el de recuperar al máximo su aspecto original, para potenciar así su valor histórico y patrimonial. Por ello, se recupera el ladrillo como material original, siempre que su estado lo permite, revestido de mortero de cal blanca. En el caso del edificio Mosaico, la intervención en la fachada conserva el mosaico original de los años 60, un elemento distintivo e identificativo del complejo desde entonces. En la cara interna de las fachadas el proyecto pone especial atención en mostrar todas las edades de la construcción, el paso del tiempo y las huellas sobre los usos que han tenido. El criterio lleva incluso a mantener ciertos elementos constructivos utilizados en la actual rehabilitación, como por ejemplo en el Palomar, donde se han dejado vistas las presillas y abrazaderas colocadas en las bases de las costillas de hormigón para demoler los forjados existentes y construir los nuevos.

Foto: Juanca Lagares.

Más visibilidad y accesibilidad: el complejo industrial se abre a la ciudadanía
El complejo fabril estaba rodeado de un potente vallado compuesto de rejas, columnas y muros de mampostería, cuya función era la de delimitar claramente el espacio y separarlo de la circulación peatonal de las avenidas que lo circundan. El proyecto concibe la eliminación de parte de esta tapia, y así hacer más accesibles y visibles los edificios intervenidos, estableciendo un contacto directo con la ciudad. Para ello, en el edificio Factoría Cruzcampo, la eliminación del muro se acompaña de la construcción de una plaza soterrada que permite la entrada de luz en la planta semisótano, donde se ubica el restaurante, así como la apertura de un acceso directo, cuestiones que refuerzan el carácter público del equipamiento. En el caso del edificio Torre Cruzcampo, la demolición de parte del muro y la urbanización con parterres resultan esenciales para el proyecto.

Foto: Juanca Lagares.

Rehabilitation of the Cruzcampo Factory, Seville, Spain

Recovery and enhancement of an emblematic industrial heritage complex
The iconic Cruzcampo Factory complex in Seville, an integral part of the city’s historical industrial heritage, has been rehabilitated with an intervention that has affected its three main buildings to include new uses as well as to expand the space for pre-existing ones. AYESA Engineering and Architecture developed the architectural design and construction as well as provided the construction management for the 5,000 m2 destined to house the renovated facilities of a hotel school, restaurant, microbrewery, training workshops, offices, and cultural spaces including a viewing platform for vistas over the city. The intervention has renovated the neighbourhood by creating greater interaction of the complex with the city as well as providing new circulation flows between the buildings thanks to the elimination of the perimeter wall of the factory that had surrounded two of the intervened buildings.
The original project dates to 1904 and was designed by German architects Wilhelm Wrist and Friedrich Stoltze. It is the first brewery in Seville organized with a complex of buildings for various industrial uses, following Central European manufacturing models. The Cruzcampo factory complex is located in one of the current nerve centres of Seville, the Nervion neighbourhood. It consists of three historic buildings, one from 1904, called Maestranza, and two built between 1939 and 1940, called Cruzcampo Factory (formerly the Mosaico building) and Cruzcampo Tower (formerly the Palomar –Dovecote building–, included in the catalogue of protected buildings in the city). As a result of the transfer of beer production to a site outside the urban area, Heineken (owner of Cruzcampo) decided to transform the historic buildings that had housed the old brewery room and the beer fermentation cellar, to make possible new uses related to beer’s cultural and social value and, by extension, to gastronomy and hospitality.
Heineken commissioned AYESA to transform these buildings and the architectural team proposed a project that not only adapts them to their new uses, but also recovers their heritage value and opens them up to the city of Seville with a commitment to transparency and accessibility. There is a clear desire to approach the intervention in a unitary way, to make it more recognizable as a whole, and not individually building by building. The project has been developed in phases, from 2017 to the present. The first building to be completed was the Cruzcampo Factory, inaugurated in June 2021, followed by the Maestranza, the subject of an intervention that affected its facades, and finally the inauguration of the Cruzcampo Tower on October 15.

Foto: Juanca Lagares.

Cruzcampo Factory: a building that integrates various restoration programmes
To give greater prominence to all the restoration activity of the Cruzcampo Factory building, its opaque east façade was replaced by a light and transparent one, allowing the interior installations to be visualised at a great distance from the street during the day and become a plane of light at night. The architectural project complements the transparency of the new façade with the construction of an adjoining recessed plaza that allows the entry of daylight into what originally was a semi-basement level, where the restaurant is located, and also provides direct access to the building, characteristics that reinforce the public character of the facility.
The new building program, in spaces formerly intended for the beer brewing process, asked to resolve the coexistence of different uses related to each other: restaurant, brewery, microbrewery and hotel school. The careful conceptualization of the space in its entirety and the particularity of its different uses resolves the hotel school activity in an orderly way, despite the functional complexity. Among other solutions, the design dispenses with the kitchen enclosure, which is also extended and reformed so that it is fully integrated into the restaurant dining space, allowing visitors to observe the work and the handling of food. The project also incorporates a microbrewery that coexists with the restaurant function. Though located in clearly differentiated spaces, the design unifies the interior volumes of the building to provide this programme with a unique character that is highly representative and visible from a multitude of perspectives, both from the outside and from the inside. To achieve this in the Cruzcampo Factory building, the key element is a new mezzanine where the brewery facility is located, generating a double height space that is illuminated by the windows of the main façade.

Planta baja del edificio Torre Cruzcampo.

The rehabilitation of the emblematic Cruzcampo Tower building
The factory’s old fermentation silo, popularly called Palomar, Dovecote in English, for the presence of these birds on the roof, is a listed building well known in Seville for its height and its gabled roof topped with the iconic Cruzcampo sign.
Recently inaugurated, AYESA’s project in this case proposed the complete emptying of the old silo, maintaining its original brick and concrete skin which takes on an aesthetic and historical value when it is shown as it is with the stains of the gases emitted during the fermentation process that took place there. On a technical level, emptying the silo permitted existing slabs to be replaced by new ones, allowing an increase in the clear height of the floors and the elimination of central pillars, an essential action to achieve the necessary versatility of the planned programs including classrooms and training spaces for the promotion of entrepreneurship.
This freeing up of space is helped by the centralisation of vertical communications, with a double staircase and lifts, in a service core arranged at the back of the building. On the top floor there is a space for celebrations and events, a large open-plan room that has a terrace located on the west façade, which thus culminates the effect of transparency for the entire project with an accessible opening that looks to the horizon, the Mirador, providing views of the historic centre of Seville.

Foto: Juanca Lagares.

Unitary treatment of the façades of the complex and recovery of their historical and heritage value
The rehabilitation of the factory hinges on the façade interventions of the three buildings (Maestranza, Mosaico and Palomar) with similar materials, solutions, and finishes, providing the whole complex with an aesthetic uniformity that enhances the preservation of its heritage and historical value. However, the beer production process meant that the Mosaico and Palomar buildings had facades characterised by their opacity that isolated the building from the outside, minimising the entry of natural light. The new uses planned led AYESA to propose an intervention in the facilities that, while respecting the preservation of industrial heritage, would also provide them with luminosity and transparency; to this end, the design introduced a self-supporting glazed façade in each of these buildings.
This same solution is applied in two different buildings and coexists with a treatment for the rest of the façades whose objective was to recover their original appearance as much as possible, thus enhancing their historical and heritage value. For this reason, brick is recovered as the original material, whenever its condition allows, and covered with white lime mortar. In the case of the Mosaico building, the intervention on the façade preserves the original mosaic from the 60s, a distinctive and identifying element of the complex since then. On the building interiors, the project pays special attention to showing the construction aging, the passage of time, and the traces of their previous uses. This criteria lead to maintaining certain construction detail elements used in the current rehabilitation, such as in the Palomar, where the loops and clamps placed at the bases of the concrete ribs have been left visible when demolishing the existing slabs to build the new ones.

Foto: Juanca Lagares.

More visibility and accessibility: the industrial complex opens up to the public
The factory complex was surrounded by a powerful fence made up of grilles, columns and masonry walls, whose function was to clearly delimit the space and separate it from the pedestrian circulation of the surrounding avenues.
The project envisages the removal of part of this wall, making the intervened buildings more accessible and visible, establishing direct contact with the city. To this end, in the Cruzcampo Factory building, the removal of the wall is accompanied by the construction of a recessed plaza that permits direct entrance into what was a semi-basement level, where the restaurant is located, and improves entry of natural light to the space, design moves that reinforce the public nature of the facility. In the case of the Cruzcampo Tower building, the demolition of part of the wall and the urbanization with flowerbeds are essential for the project.

Foto: Juanca Lagares.